La magia de la mezcla de los alcoholes en el ron, pura sinergia

En estos últimos días del Diplomado de Rones de la AVS y como parte del cierre de esta maravillosa etapa, recibimos en la sede de la Academia de Sommeliers al Ing. Nestor Ortega, maestro ronero de Ron Santa Teresa.  El maestro, en su clase, trató acerca de la importancia del blending o mezcla de los alcoholes en la creación de un ron. 

El maestro nos mostró que en la formulación de un producto lo más importante es mantener la estandarización, para que el producto tenga la menor variación en el tiempo, y como parte de la responsabilidad con el consumidor, y sobre todo, nos indicó que en productos donde prevalecen alcoholes viejos siempre se necesita un alcohol joven que le otorgue picardía y frescura al producto y viceversa, si se trata de mezclas con alcoholes jóvenes, el tener un toque alcoholes viejos le otorga elegancia en nariz y paladar al producto.

Una vez habiendo introducido el tema, nos dispusimos a comprobar las palabras del maestro de manera práctica: el maestro Ortega se trajo alcoholes livianos de 2, 4 y 8 años y un alcohol pesado de 5 años (este último es la flor de Santa Teresa y está presente en todos sus productos), esto para demostrar que con la misma materia prima se pueden obtener productos totalmente diferentes: en primer lugar hicimos la cata de los alcoholes por separado, de manera de formular las mezclas usando nuestra memoria sensorial, y luego nos dividimos en 4 grupos, nos fueron dados ciertos parámetros para establecer las proporciones, y al final pudimos obtener 4 tipos de rones totalmente distintos usando los mismos 4 alcoholes: un ron propio para mezclas, un ron suave, un ron que no guarda las características de los rones venezolanos y un ron bastante brioso y fuerte.  Vale decir que el ron diseñado en conjunto con mi equipo fue del agrado del grupo y resultó ser una mezcla bastante equilibrada.
Con la Ing. de Ron Sta Teresa y la mezcla diseñada por nostros mismos

El aprender como aprenden los niños, siempre es una experiencia maravillosa y de la mano del maestro con más razón.  Fue sumamente generoso de su parte traer parte del equipo de laboratorio, así como una de las ingenieras que trabajan en Santa Teresa para hacer la demostración. 



De las cosas que más claras me quedó, luego de la experiencia, es que en el proceso de hacer la mezcla, el producto ideal es sinérgico, es decir, es singularmente mejor que cada uno de sus componentes por separados, lo cual fue corroborado cuando hicimos la cata del producto extra premium de Ron Santa Teresa, el 1796, junto con algunos de los alcoholes que lo conforman: incluso hubo alcoholes cuyos aromas no eran de mi total agrado, sin embargo, una vez catado el producto final, el resultado es maravilloso.  Otra de las cosas que aprendí es que las mezclas se diseñan en función de un público muy bien establecido y por último, que los productos al final son un reflejo de la personalidad del maestro ronero y su equipo, es como un hijo que se va a los anaqueles, a complacer el paladar del público al que está dirigido. 


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