Mi examen final...ya soy sommelier

Tal como compartí con mis amigos, el pasado viernes presenté el último examen, requisito para la graduación como sommelier, y luego de haber asimilado un poco el presentar dicha prueba, quisiera compartir con las redes en qué consiste y cuáles son las destrezas que se deben demostrar para acreditarse como sommelier.

Se comienza con un examen escrito, el cual se basa en la información referente a los vinos del mundo, quesos, aguas minerales, destilados, puros, té y café.  Un sommelier debe saber, para informar a sus clientes, acerca de los vinos que se elaboran en diferentes partes del mundo, así como información general acerca de otros productos como los nombrados anteriormente (quesos, puros, tés, destilados). Esto incluye conocimientos de geografía y en algunos casos algo de historia, ya que el vino y la gastronomía son expresión de la gente y el ambiente que lo rodea.

Posteriormente, un examen de cata, el cual se presenta contra reloj y a ciegas, guardando la metodología de evaluación a la vista, olfato y gusto y finalizando con una sugerencia de armonía, así como cepa y año del vino que se está evaluando y tiempo de vida útil.  En concursos internacionales esta prueba es oral, en un idioma distinto al nativo e igualmente con un límite de tiempo. 

La última prueba es de armonías y servicio y en ellas el sommelier debe ser capaz de leer un menú que no ha visto antes, armar las armonías en 3 minutos, y hacerle la sugerencia a los comensales desde el agua mineral hasta los destilados, pasando por la entrada, plato principal y postre. Es obligatorio presentar 2 vinos totalmente identificados por plato, sin repetir países de origen, bajo un límite de tiempo.  El sommelier es un asesor de sus clientes en un restaurant, es por ello que en esta prueba debe demostrar al jurado que sabe vender sus productos y ofrecerle a sus clientes distintas opciones para acompañar los platos de su velada. Una vez finalizada esta etapa, el sommelier debe ser capaz de hacer un servicio correcto, el cual se escoge al azar, ya sea de espumosos o de decantación, y finalizar con la identificación de los puros del humidor y hacer el respectivo servicio de dichos puros. 

Ciertamente, el control de nervios juega un papel fundamental en las diferentes pruebas, así como el manejo de los imponderables (un corcho atascado, percatarse de los errores en el momento justo, la interacción con los comensales, los detalles que se olvidan, y tantas y tantas cosas que pueden pasar en esos minutos).  En retrospectiva, no me imagino la presión y la ansiedad de los sommeliers profesionales que participan en concursos internacionales.

Al final, como lo expresaba a mis amigos, es una prueba que te reta de manera integral, ya que es el manejo de tu actitud y de lo que has aprendido en todo el tiempo que llevas estudiando. Es una experiencia que marca un antes y un después, como todo reto que logras superar y que exige mucho amor por lo que haces, constancia y dedicación.

Una vez que todos los del grupo finalizamos la fase práctica, el ambiente se llenó de alegría y euforia.  ¡Habíamos terminado nuestra travesía! 😊

Hoy, habiendo pasado horas de esta experiencia, me queda una sensación de gratitud con el mundo del vino, por lo mucho que me he enriquecido y de tantas maneras, incluso con gente maravillosa que de otra forma no hubiera conocido, y con las ganas y la pasión por seguir en aprendizaje.

Por ahora, me queda prepararme para la celebración...

¡Salud! 



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